El Diario El Litoral de Corrientes, publicó una interesante nota sobre las residencias coloniales en la capital correntina, que muy bien puede interpretarse en la ciudad de Saladas, por ser muy similares, por no decir un contexto idéntico:
SALADAS
El 25 de Junio de 1826, el gobernador de la Provincia, Pedro Juan Ferré, exige se poblase en torno de la plaza de Saladas (entonces un espacio vacío reservado a una plaza), con “las casas más decentes en lo posible y que le sirvan de ornato”, a la vez que disponía que se alinearan las construcciones guardando “el orden que exigía el arreglo de las calles, procurando salvar la confusión que se origina de estar una casa sobresaliente de la otra”.
Estas recomendaciones merecen algunos comentarios explícitos: En general, los poblados hispánicos tiene, como núcleo central ordenador y funcional, a la plaza y, de allí, parten las arterias que dimensionan el amanzanamiento.
A la inversa, la trama del damero actúa como soporte del conjunto edilicio. Lo habitual es, pues, una concentración y densificación poblacional que, partiendo de la plaza, se expande hacia la periferia. El arquitecto Ramón Gutiérrez, de quien se obtienen estos conceptos enseña: “En Saladas, el llamado a poblar los alrededores de la plaza indica que la cosa sucedió al revés, es decir, que se pobló el conjunto y la plaza quedó como un espacio virtual y sin fuerza edilicia; no nos animamos a afirmar que también funcional.
Es probable que la carencia de Cabildo propio limitara sus usos, pero la presencia de la capilla dentro del espacio de la plaza -a la usanza guaranítica-, debió potenciar su carácter simbólico sacral.
La ubicación parcialmente excéntrica, ya que la Laguna del Rey cercana, limita el desarrollo del pueblo hacia ese sector, puede también haber tenido relación con esta demora de ocupación plena, aunque no nos parece más notoria la fuerza que debieron poseer los ejes viales de comunicación.
Las diferencias de alineación a que hace referencia la disposición de Ferré, nace del sistema de organización del espacio construido y esto era común en Saladas y al resto de los poblados y aún a la misma Corrientes, que debió ser “alineada” por Narciso Parchapé, en 1828.
La construcción de casas de galería implicaba la definición de un espacio de transición que, en casos de secuencia y alta densificación, conformaba la calle cubierta.
En estas circunstancias, se exigía la continuidad en altura y disposición de las galerías y ello aparejaba calles con dimensiones variables, toda vez que la primera casa no estuviera ubicada correctamente sobre una inexistente línea municipal.
En poblados más abiertos, que alternaban casas con cercos, la carencia de las medidas de alineación era cierta y las casas con sus galerías avanzaban o retrocedían en un retranqueo casuístico, que desesperaría a nuestros cartesianos funcionarios”.
NOTA DIARIO EL LITORAL
Transcribimos la nota del prestigioso medio periodístico correntino y agregamos un video con la fisonomía de pueblo colonial de Saladas, hoy ya con muy pocas casonas de estilo colonial.