“El “Suizo”, Don Nicolas Tgetgel, ya afianzado en Saladas y alentado por sus clientes y amigos Carlos Pisarello y Joaquín Díaz, formó la  primera Comisión Directiva, del Club Centro Deportivo San Martín el 17 de agosto de 1949, el cual contaba con equipos de básquet masculino de primera división, segunda división, cadetes mayores y cadetes menores; básquet femenino de primera y segunda división; equipos de fútbol de primera y segunda división; equipos de bochas: masculino y femenino, Club hoy día desaparecido, solo quedan como mudo testigo los espacios (y restos) de lo que fueran las canchas de básquet y bochas.

Pero lo que  quedó grabado en los viejos saladeños fueron sus “piramídes humanas” ( Sí con tilde en la i, como lo pronunciaba el “Suizo” (PI-RA-MÍ-DES), de acuerdo a las transmisiones de quienes participaban en el armado de estos esquemas gimnásticos).

Cabe señalar, que además fue un hombre de  gran creatividad en la mecánica, entre lo destacado podemos nombrar la construcción de una embarcación (balsa) con la cual los saladeños incursionaban por la laguna Soto, espejo de agua a escasos 100 metros de su domicilio por calle Mitre, entre Florida y Av. Cnel. Blanco.

¿QUIÉN FUE EL SUIZO?

Los saladeños que lo conocieron aseguran que su vida es digna de una de película, que merece contar lo realizado por este extraordinario deportista, fundador del Club Deportivo San Martín de Saladas, ubicado por calle Mitre casi Av. Cnel. Blanco. El pueblo de Saladas honró  a este inmigrante, imponiendo su nombre a una calle de la ciudad (detrás de la terminal de ómnibus)

Don Nicolás Tgetgel, el “Suizo”, como lo conocían todos, fue un inmigrante europeo que recaló en Saladas allá por 1926. Fue un hombre vital y carismático, que se ocupó con amor de la juventud, instándolos no sólo a formar su cuerpo sino a templar su espíritu.

Nació el 06 de enero de 1899, en Suiza. Su niñez y juventud se ciernen como una etapa desconocida. El “Suizo” llegó a la Argentina sin documentación alguna.

De su juventud, en la Europa de la Primera Guerra Mundial, trascendió que se desempeñó como arquero de la selección Suiza de fútbol, lo que hizo que jamás pudiera terminar sus estudios de Profesorado de Educación Física. Se sabe también que fue campeón de lucha romana en la Liga de los cantones Suizos y subcampeón de levantamiento de pesas.

Además, Don Nicolás practicó la mayoría de las disciplinas del atletismo, esgrima y patinaje.

Se estima que entre 1923 y 1924 contrajo matrimonio con Linna Minner, una duquesa suiza, profesora de inglés y francés y concertista de piano, quien, deslumbrada por la virilidad y popularidad del atleta, y contra la voluntad de sus padres, abandona su rica vida en la realeza suiza para viajar con Nicolás Tgetgel a América.
 Los dos llegaron con muy pocas pertenencias y con el inseparable piano de Linna, que lo conservó muy deteriorado hasta su muerte, que sucedió antes que la de su esposo, ya en la ciudad de Saladas.
 
SUELO ARGENTINO

Fue así que el matrimonio Tgetgel llegó a América. En 1925, sin saber el idioma, don Nicolás, hablaba alemán, se ingenian para comunicarse con el fluido inglés y francés que Linna dominaba. Aunque en poco tiempo habló el español con bastante claridad.

Llegan a la Argentina y se instalan en el pueblo de Romang, en la provincia de Santa Fe, donde se gana la vida como mecánico. Integra allí un equipo de fútbol local.

Gimnástico En un partido que su club enfrenta a Benjamín Matienzo de Goya, en la ciudad de Reconquista, se conoce y traba amistad con un jugador del equipo goyano, don Juan Prado. Éste lo invita a trasladarse a la provincia de Corrientes, pues Prado se casaba en Goya y partía a vivir a Saladas para instalar una talabartería y curtiembre. El "Suizo" acepta y se vino con Linna a Saladas.

SU LLEGADA A SALADAS

En 1926, se instala en el paraje Santo Domingo, poniendo un humilde taller mecánico, siempre acompañado y apoyado por su discreta y fiel esposa.

Su amigo Juan Prado lo invita a integrar el equipo de fútbol del Club Huracán de Saladas y lo entusiasma para que se traslade a la zona urbana. Ya en la ciudad de Saladas traba amistad con un alemán que reside allí, don Julio Amann o Amman. A su vez, doña Linna encuentra una amiga en Jacinta, la esposa de don Julio Amman, con quien intercambian comidas y recuerdos de su tierra lejana y mantienen largas conversaciones en idioma alemán.

No tiene hijos, pero adoptan a un niño, Oscar "Mahina" Cardozo, a quien amaron y educaron como propio, y a quien al morir legaron sus bienes. Su medio de vida fue el taller mecánico, y algunos alumnos particulares de francés que su esposa preparaba.

Don Nicolas Tgetgel falleció el 23 de abril de 1972. Rodeado del afecto de cientos de saladeños que supieron de su impronta, todo Saladas lloró al "Suizo", sus restos mortales descansan en el cementerio "San Francisco de Asís" de la ciudad de Saladas

En vísperas de conmemorarse el 68º  aniversario de la conformación de la  primera Comisión Directiva, del Club Centro Deportivo San Martín y el 167º  aniversario del fallecimiento del General Don José Francisco de San Martin, consideramos oportuno publicar esta historia, quizás desconocida por las nuevas generaciones de saladeños.

IDEA

Que genial idea sería imponer el nombre de "Nicolás Tgetgel" al Polideportivo Municipal de Saladas, que desde su creación no posee un nombre que lo identifique, rindiendo así un merecido homenaje a un cultivador de la vida sana, a través de las prácticas deportivas, motivado solo por el amor al deporte.(Más allá que una calle saladeña ya lleva su nombre)

(IMÁGEN ILUSTRATIVA: DON NICOLAS TGETGEL -  "EL SUIZO")

Miércoles, 16 de agosto de 2017