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POLÍTICA
Inflación sin techo pese al freno del consumo, se viene el pan a precio dólar
En agosto trepó al 4%. En los últimos doce meses acumula 54,5%. La devaluación, que impactó parcialmente sobre agosto, llevó a un nuevo salto en el precio de alimentos, servicios de salud y bienes para equipamiento del hogar, entre otros. Panaderos amenazan con dolarizar el precio del pan.
La inflación de agosto se ubicó en el 4 por ciento, informó el INDEC. Es un nuevo rebrote de los precios, disparados por el efecto de la devaluación en los días posteriores a las PASO.

El dato rompe con la tendencia a la baja en la inflación que se venía verificando desde el pico del 4,7 por ciento de marzo. El rubro de alimentos y bebidas, el más sensible para los gastos de los hogares de menores ingresos, subió un 4,5 por ciento, en donde sobresalieron los incrementos en leche en polvo entera, manteca, dulce de leche, galletitas dulces, bananas y cebolla. La inflación en alimentos es del 58,8 por ciento en los últimos doce meses.

Equipamiento del hogar, que agrupa a línea blanca, lideró la suba del índice de agosto con el 6,1 por ciento, mientras que el capítulo de salud subió 5,2, por impulso de los medicamentos y cuotas de las prepagas.
 En los ocho primeros meses del año, el alza acumulada de los precios es del 30 por ciento y en doce meses, del 54,5. El número de agosto hubiera resultado superior de no ser por la contención de precios que produjo la rebaja temporaria del IVA sobre alimentos de la canasta básica. Para septiembre se espera que la inflación minorista esté entre el 5 y el 6 por ciento.
 
El nuevo descalabro cambiario luego de las elecciones primarias y el clima de fuerte incertidumbre económica por el riesgo de que las reservas no den abasto para controlar la demanda de divisas, agitó los precios en el mercado interno y llevó a la estimación de inflación de 2019 hacia el nivel del 55 por ciento. Así, la inflación acumulada durante la gestión Cambiemos cerraría en el orden del 230 por ciento, lo cual implica que los precios más que se triplicaron en ese período.

Mauricio Macri no sólo no bajó la inflación (mucho menos “dejó de ser un tema”, como prometía) sino su gestión la impulsó hacia arriba. Al mismo tiempo, los salarios quedaron muy por detrás, con caída del poder adquisitivo del 20 por ciento en forma acumulada y fuerte destrucción de empleo asalariado formal. El último mes con la inflación por debajo del 2 por ciento fue enero de 2018.

El desagregado de la inflación en la región Metropolitana muestra que los rubros con más aumentos fueron frutas, con el 8,9 por ciento, y verduras, tubérculos y legumbres (7,1). La banana subió un 18,6 por ciento; la batata, 9 por ciento; papa, 5,4 y cebolla, 51,7 por ciento. En pan y cereales, la suba fue del 4,8 por ciento, impulsado por el aumento del trigo, que está dolarizado, y de la harina, que también se mueve a la par de la divisa.

El INDEC midió incrementos del 3,4 por ciento en la harina y 3,9 en el pan francés, junto a las subas de galletitas de agua (5,2) y galletitas dulces (7,7). En aceites, grasas y mantecas, el alza es del 4,4 por ciento, por la suba del aceite de girasol (4,2). El rubro de aguas minerales, bebidas gaseosas y jugos tiene una suba del 4,1 por ciento.
 
Hay dos factores que apaciguaron el índice de precios de agosto. Eva Sacco y Juan Aiello, integrantes del CEPA, destacaron que “la devaluación se produjo en la segunda quincena, afectando los precios relevados en la tercer y cuarta semana, por lo tanto hay una cierta `amortiguación´ del efecto de la devaluación como consecuencia de la metodología.

En septiembre, esperamos que se asiente la dinámica de las últimas dos semanas, con una inflación del 5 por ciento como piso y que puede llegar al 6 por ciento”. Por otro lado, la rebaja temporaria del IVA a cero hasta fin de año tuvo un impacto de contención sobre algunos precios básicos en cadenas de supermercados.

Equipamiento y mantenimiento del hogar tuvo una suba del 6,1 por ciento por el fuerte traslado de precios de la devaluación a los productos de limpieza, línea blanca y electrónica, mientras que en transporte el alza fue del 4,2 a raíz del incremento del 15,9 por ciento promedio en el precio de los autos. El rubro de calzado subió 5,1 por ciento.

Otro capítulo que lideró la inflación de agosto fue salud, con un alza del 5,4 por ciento. Los remedios, que también siguen de cerca al dólar, subieron 6,1 por ciento en agosto, mientras que las prepagas lo hicieron en un 5,7 por ciento según el INDEC, a raíz de incrementos del 6 por ciento que el Gobierno aprobó en las cuotas.

En septiembre hubo otra alza del 6 por ciento y se esperan dos subas del 4 por ciento en octubre y noviembre en las cuotas de las empresas de medicina prepaga.

PAN - DÓLAR

Distintos sectores de la economía vienen registrando un endurecimiento de las condiciones de pago de los insumos que usualmente están muy ligados a la evolución del dólar. En el sector de panaderías, se denunciaron casos en donde los molinos venden “a remito abierto”, es decir, con los precios en pesos a definir al momento del pago en función de la situación del tipo de cambio. La modalidad fue adoptada por algunos corredores de Molinos Cañuelas y de Andrés Lagomarsino y motivó quejas entre distintos eslabones de la cadena panaderil. También en la metalurgia advierten que Acindar y Aluar trasladan a las pymes el riesgo cambiario y lo mismo sucede a la hora de cotizar otros insumos de uso difundido como hilados o plásticos.

“Tenemos un molino que ha mandado la boleta en dólares y el equivalente en pesos y una leyenda que dice que al momento de abonar se debe hacer con el tipo de cambio de ese momento. Son boletas dolarizadas”, indicó a este diario Martín Leiras, secretario del Centro de Panaderos de Lanús. “Mandaron boletas en pesos pero con la aclaración de que el precio de la venta a plazo cambia según el valor del dólar. O sea que el panadero contrae una deuda en dólares”, dijo Gastón Mora, dirigente panadero de Avellaneda.

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